Design Sprint: Cómo trabajar de manera colaborativa.
By: Alessia Giordano
El Design Sprint es un proceso que ayuda a empresas y personas a transformar ideas en productos funcionales. Es un proceso colaborativo, en el cual en solo 4 días vamos a poder resolver grandes desafíos. Como todo proceso colaborativo, las ideas no son el eje central. Lo que mueve y hace al sprint algo real, son las personas que lo configuran. Es importante entender lo que significa trabajar de manera colaborativa y luego entender por qué es clave para el proceso. Según su definición:
“El trabajo colaborativo es aquel en el cual un grupo de personas intervienen aportando sus ideas y conocimientos con el objetivo de lograr una meta común.”
El Mindset colaborativo
Un mindset importante para este tipo de procesos, es entender que no importa si tenés razón o no, o si tu idea es mejor o peor que la de los demás. No se trata de una victoria individual, sino de potenciar el proceso a través del conocimiento y la participación de todos. Quizás algunos de los desafíos más grandes, no va a residir en la solución en sí, sino en la manera en que nos desenvolvemos con los demás. Hay que dejar el orgullo atrás, estar presentes en el momento y escuchar.
No se trata de una victoria individual, sino de potenciar el proceso a través del conocimiento y la participación de todos.
Cuando trabajamos de manera colaborativa en un Sprint, lo que se busca es que cada persona, coopere e intervenga, aportando conocimiento de las áreas que más domina. Compartimos conocimiento, que otros no saben, y de esa manera logramos tomar decisiones más rápido y con mayor seguridad. No solo eso, otra característica peculiar, es la sensación de que no sos el autor exclusivo del resultado, lo que te permite luego llevarlo a cabo con mayor seguridad. Podés terminar la semana con un producto aprobado por expertos en diseño, negocio y tecnología.
Compartimos conocimiento, que otros no saben, y de esa manera logramos tomar decisiones más rápidas y con mayor seguridad.
La dinámica
Dejamos salir nuestro conocimiento pero a su vez, aprendemos de lo que dicen los otros. Como suelen ser profesionales de distintas áreas, se genera un ambiente de respeto mutuo. Se basa en el diálogo, la comunicación, la negociación y la explicación para estimular y así conseguir mejores resultados.
Pero no todo es conversaciones sin fin, si bien el proceso del Design sprint busca dejar fluir la ideas, hay una estructura y tiempos que se tienen que cumplir. Para que eso suceda, existe la figura del facilitador, el cual es clave para el proceso y nunca puede faltar. Tiene como objetivo generar el espacio adecuado para que se den esas conversaciones. Debe asegurarse que se cumpla la dinámica apropiada en cada paso, marcar los tiempos, y destrabar al equipo cuando sea necesario. Gracias a ello se logra tomar decisiones rápidas y avanzar. El facilitador, es el que consigue que todas esas mentes puedan lograr un resultado en tan solo 4 días, marcando el ritmo a lo largo de todos los ejercicios y manteniendo vivo el foco de los participantes.
El facilitador, es el que consigue que todas esas mentes puedan lograr un resultado en tan solo 4 días, marcando el ritmo a lo largo de todos los ejercicios y manteniendo vivo el foco de los participantes.
Las dos caras del sprint
Si bien el design sprint es un proceso colaborativo, lo podríamos dividir en 2 etapas. Primero tenemos los primeros 2 días de la semana, que son lo que realmente van a necesitar una dinámica colaborativa. Ya que es el momento en dónde se llevan a cabo la mayor parte de las actividades, con todo el equipo presente. Es la etapa en donde se plantean los objetivos, y se define el esqueleto de la solución a desarrollar.
Los últimos dos días ya no necesitan de una dinámica colaborativa, pero más bien de un trabajo en equipo. Este es el momento en dónde vamos a tener que llevar a cabo varias actividades en simultáneo, con el objetivo de llegar con los tiempo pautados. El trabajo en equipo, a diferencia del colaborativo, te permite alcanzar resultados dividiendo el trabajo en tareas específicas, las cuales luego se asignan a cada uno de los participantes. Estas tareas, se reparten según las fortalezas de cada uno, para al final unir las partes. Al contar con tiempo reducido, mientras unos se encargan de la construcción de la solución, otros evitan que se generen errores y, al mismo tiempo, se buscan usuarios para las entrevistas.
Creo que en esta instancia, ya se entendió que el sprint, no es un proceso que se pueda llevar a cabo de manera individual. Ahora quizás la pregunta que surge es ¿Cuántas personas pueden participar en un sprint? ¿Cuánto es poco? ¿Cuánto es mucho? y ¿Hay una cantidad ideal?
¿Cuánto es mucho? ¿Cuánto es poco?
El equipo no debería tener más de 7 participantes. El trabajo colaborativo tiene sus desventajas. Si bien tenemos la posibilidad de dialogar y discutir, cuantas más personas participen, más desafiante será el trabajo del facilitador, que debe poner orden y cumplir tiempos. Hay ejercicios que van a resultar muy intensos, y si bien está bueno tener gente de muchas áreas, es mejor solo tener en cuenta a las que realmente van a aportar valor a tu solución.
¿Cuál es el ideal? y ¿Quiénes son?
Un número ideal que recomendamos es entre 5 y 6 personas. Quiénes son esas personas siempre va a depender del negocio o ambiente en donde se desarrolla el producto o solución. Siempre hay que tener en cuenta el valor que le puede aportar ese participante al proceso. Nosotros vamos a nombrar a los participantes más recurrentes ,y algunos claves que nunca faltan en nuestros Design Sprints. (La lista parece un libro futurista o cartas astrológicas)
- El decisor: El que toma las decisiones y sabe del negocio. Clave!
- El facilitador: El que hace fluir el proceso y controla los tiempos. Clave!
- El Ingeniero o tech lead: El que sabe de tecnología y muchas cosas.
- El diseñador: El que piensa en el usuario y su entorno.
- El de marketing: El que sabe del producto y la comunicación.
- Bonus: ayudante del facilitador.
Los participantes pueden ser seleccionados durante una etapa previa de investigación, antes de que arranque la semana de sprint. Esta etapa puede resultar clave, ya que nos permite familiarizarnos con el negocio y el usuario target. Al tener una mejor idea del entorno del proyecto, vamos a poder tomar una mejor decisión a la hora de elegir a los participantes.
No hay que ponerse presión para que el equipo sea perfecto, es más importante confiar en el proceso y entrar en el mindset adecuado. Una vez que tengas a tu equipo, antes de arrancar, hay que recordar que hay que estar atentos a todo lo que sucede durante el proceso. Es importante llegar con la disposición de escuchar a los demás, dialogar, generar un ambiente de respeto mutuo y trabajo colaborativo.
¡Gracias por su tiempo!
Podés chusmear los Case Studies en nuestra web. La mayoría de estos trabajos son el resultado de un Design Sprint.
By: Alessia Giordano
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